lunes, 6 de agosto de 2012

Nada es suficiente cuando lo quieres todo.

Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado, donde nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo, en las que consigas hacerme reír por cualquier tontería, que a tu lado todo se vuelva insignificante, que los dos sintamos que con tenernos basta. 
Por pedir pido que te vuelvas a reír por ponerme de puntillas para llegar a tus dulces labios, que me miren raro por estar con el más imperfecto, que me ha hecho creer en su perfección. 
Por pedir pido una tarde de lluvia, refugiarnos en el mejor lugar, un lugar vacío, para que solo puedas agarrarte a mí, poder sentir tus manos acariciando mi espalda descubierta, y que me susurres al oído que te quedarás conmigo.
Por pedir pido pasear por la calle cogidos de la mano, y que la gente nos mire y sonría de vernos felices, que te detengas y me hagas volar, que tu risa sea la mejor de las melodías.
Por pedir pido que con tu guitarra me toques esa canción que tanto nos gusta, y cantarla los dos juntos, haciéndola muy nuestra. 
Por pedir pido y preciso que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo esperaba yo.
Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo el resto de tus días, y poder escribir poco a poco esa historia, nuestra historia.

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